“Me dicen ladrona y corrupta”: El tormento que vive trabajadora y sus colegas haciendo el Censo 2024
Un verdadero problema han encontrado algunos trabajadores del Censo 2024, dificultando su tarea de recuento de las personas y viviendas que hay en Chile. Tanto así, que incluso una censista recibió un disparo en una pierna el pasado 18 de marzo.
“A una de mis compañeras le dispararon un balín que le llegó en una pierna”, relató Daniela Ulloa, censista que trabaja en la ciudad de Rancagua. “Mi coordinador nos sacó del lugar y nos llevó al local censal. Se activó el protocolo de seguridad”, dijo en conversación con The Clinic.
Tras el incidente, otra trabajadora quedó con un shock nervioso “y la mandaron a reposo para recuperarse emocionalmente de la situación”.
En ese contexto, Ulloa manifestó recibir agresiones verbales y físicas casi todos los días. Según ella, la gente se deja llevar por las noticias falsas que aparecen en las redes sociales, que genera que las personas tengan desconfianza al proceso.
LOS PROBLEMAS DE LOS TRABAJDORES DEL CENSO 2024
Durante la entrevista, Daniela comentó al citado medio que llegó en marzo a capacitarse para ser censista. Ya lo había realizado en el pasado, y nunca se había topado con la violencia que existe hoy en las casas chilenas.
“Ha sido complejo porque la gente sabe mucho de las fake news, más que de la realidad. Ellos se informan mucho en medios que no son oficiales, del ‘me dijeron’, ‘lo vi en TikTok’, ‘me llegó un WhatsApp’”.
Dentro de los más “liviano” que le ha pasado, es cuando llega a una casa, pero no le quieren abrir: “La gente se quedó en silencio adentro. La llamé dos veces, porque nosotros tenemos ese límite, a la tercera debajo dejar una notificación. Cuando ellos vieron que me estoy yendo, se pusieron a reír, se burlaron”.
También reveló que a otros colegas censistas “Los han agredido verbalmente, les han dicho que salgan de las casas, que no se tienen que acercar, nos han echado de los pasajes, nos han cerrado la puerta diciendo que no quieren entregar ningún tipo de información, porque todo lo que estamos haciendo es dar datos al Gobierno”, dijo.
A veces cuando le abren la puerta, las personas cuestionan duramente las preguntas “‘¿Por qué tengo que dar mi nombre? ¿Por qué tengo que darte mi fecha de cumpleaños? No tengo porqué dar esa información’”, comentó Daniela.
Incluso, un colectivero la tildó de “ladrona y corrupta”. Le refregó en la cara que ella ganaba $1.500.000 de sueldo y que era una “apitutada”. Pero Ulloa, como todos los censistas, tienen una remuneración de $750.000 bruto y llegó al trabajo mediante una postulación.
“Pero él comenzó a agredirme verbalmente, fue muy violento, y subiendo de tono. Desafortunadamente, la cosa se fue haciendo tan difícil que no me pude defender porque el tipo me comenzó a gritar”.
Al cierre de la entrevista, la mujer confesó que “varios de nosotros hemos recibido muchas agresiones en la calle, en este caso en las casas y el terreno (…) y que hoy esto se está poniendo muy odioso, entonces tenemos que tener cuidado porque no sabemos lo que vamos a encontrar”.
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